viernes, 17 de marzo de 2017

Incendios Eruptivos en Chile


¿Reformulación de  las técnicas de combate, para enfrentar incendios forestales extremos?

Los focos del megaincendio alcanzan rangos extremos de rapidez, por sobre los 6,0 km/h. en Cauquenes.

Expertos definen que nuevo fenómeno obligará a reformular técnicas de combate.

Altísimas velocidades de propagación y grandes áreas quemadas en pocas horas tienen asombrada a la comunidad científica que sigue el gran incendio en Chile en enero 2017. El perfil de estos incendios es mucho más agresivo que en temporadas anteriores. Uno de los comportamientos del fuego extremo estudiado en los últimos años es el "fuego eruptivo". Esta denominación, propuesta por el profesor Domingos Xavier, alude a la semejanza con una auténtica erupción volcánica.

Se define el fuego eruptivo como aquel en el que un cambio súbito de la velocidad de propagación de la cabeza del incendio se produce en un muy corto intervalo de tiempo con o sin la influencia de cambios en las condiciones espaciales o temporales del frente de llama (triángulo del fuego).

Marc Castellnou, especialistas del equipo perteneciente al Sistema de Protección Civil de la Unión Europea y experto en análisis de comportamiento de incendios forestales, señaló que esta tragedia en el centro sur de chile, se produjo por 3 factores:

 Records de temperaturas, Stress hídrico de la vegetación, Bloqueo anticiclónico.

La acumulación de combustible provocado por 8 años de sequía es otro de los factores coadyuvantes en la generación del fenómeno.

La altísima simultaneidad de incendios con numerosas hectáreas ardiendo la explicó Castellnou, a través de estudios de meteorología mediante los cuales llegó a la conclusión que aquí se asistió a una verdadera “tormenta de fuego”.

Según la Conaf, la mayoría de los siniestros registrados en los últimos días han alcanzado el rango de extremo en términos de velocidad de propagación, es decir, las llamas avanzan por sobre los 4,2 kilómetros por hora, muy similar a la velocidad promedio de una persona al caminar. “La mayor parte de los incendios forestales en Chile, en condiciones normales, se dan en rangos de velocidad entre media y mediana, y a veces alta, pero en esta situación de incendio que estamos viviendo se dan entre muy alta y extrema, por sobre los 4,2 km por hora”, A demás que a la velocidad propia del siniestro, que varía según la hora del día, se suman las pavesas (cenizas incandescentes) que avanzan aún más rápido producto del viento. A esto se suma un inusual comportamiento del fuego en las noches, que debiese ser más lento.

“En esta temporada tan extremadamente inusual, en estos incendios grandes, por circunstancias de altísima sequedad han hecho que en la noche mantengan también altas velocidades de propagación”. Según el trabajo de campo, la velocidad ha sido tan alta que los mayores incendios en esta emergencia han llegado a tener 200 km de perímetro, equivalentes a caminar el borde de todo Santiago.

 Destaca el incendio de Pumanque, en la Sexta Región, que en sólo 10 horas durante la noche consumió 9.000 hectáreas- equivalentes a 900 canchas de fútbol.

El día sábado 21 enero  2017 consume en 11.000 hectáreas en 11 horas, lo que da un promedio de 1.000 hectáreas por hora. Y el incendio de Las Máquinas, Cauquenes en la Región del Maule, con los poblados de Empedrado, San Javier, Constitución, Nirivilo y Santa Olga donde en 14 horas se quemaron 115 mil hectáreas. Ahí, el fuego avanzó con una velocidad de 6 km/ horas, con una intensidad de 60 mil kilovatios, Este incendio tuvo un comportamiento extremo, debido a la presencia de fuertes ráfagas de viento y topografía abrupta, con un frente de avance de 20 kilómetros, que consumió el poblado de Santa Olga, con 1000 casas y otros villorrios como Moquegua,  Sauzal, algo que no se había visto hasta el momento en Chile.


 “Hemos visto que sólo dos incendios, uno en O’Higgins y otro en Maule, han consumido 200 mil de un total de 400 mil hectáreas. Son complejos, rápidos y agresivos, y eso habla de lo urgente que es poder atacarlos con contundencia en la primera hora”.

Esta voracidad del fuego ha sorprendido, pero sobre todo preocupa, pues las características observadas dan cuenta de incendios del tipo eruptivo. Este concepto es nuevo en Chile, pero conocido en la cuenca del Mediterráneo y en EE.UU., donde también se registran temperaturas por sobre los 40 grados como las experimentadas recientemente.

“Creemos que se trata de incendios eruptivos, en donde hay una combustión generalizada de todos los combustibles (vegetación) que están cerca del frente y que se queman al mismo tiempo, por radiación desde las llamas, y por el transporte de los gases calientes o convección. Es una reacción en cadena de altísima velocidad”, explica Pedro Reszka, académico de la U. Adolfo Ibáñez, y doctor en Ingeniería de Seguridad contra Incendios.

Esto cambia las reglas del juego desde el punto de vista de la táctica de los brigadistas, que deberán incluir la posibilidad de comportamiento eruptivo”. Agrega que los brigadistas en Chile van a tener que tomar precauciones, ya que en Europa han habido muertes por este tipo de incendios, “pues es una avance rapidísimo de las llamas, y no sólo eso, sino que es toda el área que se empieza a quemar al mismo tiempo y que puede envolver a quien lo está combatiendo”.

En tanto, la directora del Departamento de Ciencias Forestales de la U. Católica del Maule, Carmen Bravo, señaló que este tipo de incendios son inéditos en el país y que hay que prepararse, porque se repetirán a futuro, reestructurando los sistemas de combate y de detección de incendios”.

Las extremas condiciones climática se intensificarán progresivamente por el cambio climático. “Hemos pronosticado que, al 2020, El Maule tendrá un promedio de 40 grados, que podrían extenderse por más de 5 días. Con esas condiciones, este escenario (de megaincendios) se volverá a dar”, señala Patricio González, agroclimatólogo de la U. de Talca y creador de un modelo climático para el Programa de Adaptación de la Agricultura y Cambio Climático. De acuerdo a este modelo, “el próximo año, y en los que vienen, hay un 95% de probabilidades de que todos los incendios sean igual de voraces y rápidos como los que hemos visto ahora”. Por lo que hay que estar preparados, por si las moscas.








       

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